El observador de aves, debe actuar de manera respetuosa con el fin de preservar las aves y la conservación de sus hábitats, evitar los impactos negativos y favorecer la convicencia entre observadores y el resto de la sociedad.
Las aves y su medio sufren numerosas amenazas y peligros, y los observadores (ya sean turistas o científicos) deben evitar actitudes que puedan perjudicarlas.
El aprovechamiento del patrimonio ornitológico como recurso turístico debe tener en cuenta todos estos condicionantes.
La SEO/BirdLife publicó en 2011 un Manual de Buenas Prácticas Ambientales en Turismo Ornitológico en él que, a modo de decálogo, se resumen diferentes normas y recomendaciones básicas para la buena práctica ambiental en turismo ornitológico.
En esta entrada de I+desarrollo Local, se reproducen de manera sintética esas recomendaciones que puedes ampliar en el siguiente enlace: MBPA en Truismo Ornitológico.
1. EL BIENESTAR DE LAS AVES DEBE SER LO PRIMERO
Siempre que veamos que nuestra presencia o actividad pueda suponer una molestia o problema para un ave deberemos retirarnos o finalizarla, por lo menos hasta que se resuelva.
2. EL HÁBITAT DEBE SER PROTEGIDO
La buena conservación del hábitat resulta esencial para el bienestar de las aves. Cualquier alteración en el hábitat puede influir en las aves como en el resto de elementos que componen los ecosistemas y su biodiversidad.
Aunque algunos lo consideremos obvio, conviene recordar que no se dejará ningún tipo de desperdicio, no dañaremos la flora ni otros elementos naturales del entorno, ni recolectando, ni moviéndolos o desplazándolos de lugar. Tendremos cuidado por dónde pisamos, tratando de permanecer en sendas y pistas y pisaremos lo menos posible fuera de ellas. No emitiremos sonidos fuertes y hablaremos en voz baja para no molestar a la fauna ni a otros observadores
3. NO ALTERAR EL COMPORTAMIENTO DE LAS AVES LO MÁS MÍNIMO
La tolerancia de las aves a las molestias de los humanos es diferente según la especie de que se trate y de la época del año. Debe tenerse especial precaución en época de cría (podríamos provocar el abandono del nido, con la consiguiente pérdida de la puesta), en invierno (cuando las condiciones adversas causan una pérdida de energía difícil de contrarrestar), durante la migración (otoñal o primaveral), en época de celo, cuando muestran síntomas de debilidad (temporales o nevadas) y en los dormideros.
4. AVES EN PELIGRO.
Si encuentras una especie en peligro criando y piensas que necesita protección, debes informar a SEO/BirdLife lo más rápidamente posible. Es la mejor forma de protegerla y conservarla, evitando dar a conocer la localización exacta en otros círculos que puede ser aprovechada por recolectores de huevos o por otros colectivos que puedan ocasionar molestias.
5. ESPECIES DIVAGANTES Y RAREZAS.
Las aves divagantes o rarezas no deben ser molestadas. Si localizas alguna, debes dar a conocer la observación a SEO/BirdLife para que sea evaluada por nuestro Comité de Rarezas. Si crees que se trata de un ave exótica puedes comunicarlo a nuestro Grupo de Aves Exóticas. Procura no comentarlo a todo el mundo, la afluencia desmesurada de observadores de aves en esa zona puede ocasionar molestias.
6. NORMATIVA SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS AVES.
Las aves están protegidas por la ley (Ley 42/2007 del Patrimonio natural y la Biodiversidad), pero además de las leyes europeas y españolas al respecto, existen diversas normativas locales (Autonómicas o de espacios naturales protegidos concretos) de las que conviene informarse bien antes de programar una visita.
7. DERECHOS DE LOS PROPIETARIOS DE LAS FINCAS.
Los derechos de los propietarios de la finca donde queremos acudir deben ser siempre respetados. No entrar en dichas fincas sin permiso previo y no salirse de los recorridos permitidos es esencial para la conservación de las especies. Acceder sin permiso a un terreno particular puede constituir ya de por si un delito, pero además puede generar problemas para las aves que habitan el lugar.
8. DERECHOS DE LAS PERSONAS EN LA ZONA DE OBSERVACIÓN.
Cuando coincidas en la zona de observación con más visitantes, debes tener en cuenta que tienen los mismos derechos que tú a disfrutar del entorno natural y de su avi-fauna.
Observar aves es una actividad que puede realizarse en todo tipo de lugares y, por lo general, resulta normal que haya otras personas observando aves o realizando otras actividades profesionales o de ocio. En todo momento debemos ser respetuosos con las actividades de otros usuarios, no obstruyendo el paso ni ocupando en exclusiva determinadas áreas y evitando cualquier tipo de molestia.
9. COMPARTE TUS CITAS CON OTROS OBSERVADORES LOCALES.
Muchos de los conocimientos sobre las especies que tenemos hoy en día son el resultado de la suma de las citas compartidas voluntariamente por muchos observadores de aves. Por este motivo sería conveniente que tus citas se añadieran a las anteriores para lograr un mejor conocimiento y una mayor protección y conservación de las aves.
10. COMPÓRTATE COMO TE GUSTARÍA QUE OTROS SE COMPORTARAN.
Un buen comportamiento y el seguimiento de estas sencillas normas, convierte a los observadores en embajadores de la conservación de las aves y de sus hábitats. La mejor forma de difundir estas maneras y de lograr el respeto es, sin duda, practicar con el ejemplo.
José Ángel Sánchez López
Esta entrada está extractada de:
SEO/BirdLife (2011). Manual SEO/BirdLife de Buenas Prácticas Ambientales en Turismo Ornitológico. Sociedad Española de Ornitología, Madrid.
Si es de tu interés y quieres ampliar información sobre este tema te aconsejo los siguientes enlaces:
SEO/BirdLife – Sociedad Española de Ornitología
Sociedade Galega de Ornitoloxía
Turgalicia – Turismo ornitológico