Si tenemos en cuenta que lo fundamental para considerar «algo» como recurso es que haya una valoración humana que lo valore como tal, estaremos definiendo el recurso turístico como un concepto sociocultural en el que tiene una destacada importancia la subjetividad humana.
Existen determinados recursos turísticos que no son explotados como tales, ya sea por su escasa rentabilidad económica o simplemente por el desconocimiento sobre sus posibilidades de explotación como recurso.Según Organización Mundial del Turismo (1978) un recurso turístico es “todo bien o servicio que por medio de la actividad del hombre y de los medios con que cuenta, hacen posible la actividad turística y la satisfacción de las necesidades de la demanda”.
Un recurso turístico es cualquier elemento natural, actividad o producto humano que pueda motivar una actividad “turística” y por lo tanto es algo subjetivo, cambiante, es un elemento que se debe definir desde una perspectiva temporal y territorial.
Recurso turístico, patrimonio y territorio
Tradicionalmente el territorio es considerado como una especie de recipiente en el que se encuentran «envasados» los recursos turísticos, considerando como tales todo aquello susceptible de ser aprovechado como reclamo para la actividad turística.
Algo similar sucede con los elementos patrimoniales.
En la actualidad se ha ampliado tanto el concepto de patrimonio, que incluye prácticamente todo: elementos naturales, culturales, tangibles, intangibles, antiguos, contemporáneos…, El patrimonio se identifica como algo dinámico, no sólo material si no.
Se asocia con la actividad de los grupos sociales que se asientan sobre un territorio que ha dejado de ser considerado exclusivamente como recipiente de recursos y se ha empezado a valorar como recurso en sí mismo.
El concepto de patrimonio se ha globalizado por indefinición.
Se han establecido unos límites tan difusos referidos a los valores naturales, sociales y económicos del territorio, que se ha pasado a considerar el territorio como recurso turístico en sí mismo.
Esa indefinición ha llegado a conceptualizar como recurso turístico elementos patrimoniales cuyo valor viene dado simplemente por la inducción de su demanda.