Bandera Azul: seguridad, servicios e instalaciones en las playas «Bandera Azul»

La seguridad es uno de los aspectos más importantes que se consideran a la hora de otorgar a una playa el galardón Bandera Azul.
cruz-roja--644x362En todas las playas Bandera Azul, debe exponerse un mapa de la misma que indique sus límites y la ubicación de las diferentes instalaciones y servicios de los que dispone el arenal.

Socorristas y equipo de salvamento
La concesión de una Bandera Azul, obliga a la presencia de socorristas con certificación profesional y contratados en la playa durante la temporada de baño encargados de las labores de salvamento y socorrismo y equipo de salvamento adecuado y claramente señalizado en la playa, incluyendo instrucciones sobre su modo de empleo, así como acceso inmediato a teléfono público.
Las áreas de la playa controladas por socorristas deben estar bien delimitadas, como se ha dicho anteriormente, por lo que se definirán claramente en los mapas o paneles informativos, así como físicamente en la playa, con banderas o marcadores.
Los primeros auxilios pueden prestarse, o bien en el propio puesto de salvamento y socorrismo o en un puesto propio con personal especializado, en cada playa. En cualquier caso, el personal de primeros auxilios debe tener la certificación adecuada y estar contratados.
Compatibilidad de uso: la prioridad la tienen los bañistas
Pueden coexistir en la playa necesidades incompatibles o susceptibles de originar conflictos entre los diferentes usuarios de ésta.
Los gestores de la playa deben resolverlas mediante la prohibición o limitación total o temporal de algunas de estas actividades y/o la señalización y control de áreas específicas para aquellas actividades incompatibles con el baño (surf, windsurf, kite surf, embarcaciones a motor, patines acuáticos, etc.). Tanto las instalaciones recreativas de la playa, como su utilización, deben gestionarse de forma respetuosa con el medio ambiente y las características y estética del entorno.
Los bañistas deberán ser protegidos de cualquier tipo de peligro para su seguridad derivado de la presencia de embarcaciones. En este sentido, debe distinguirse entre, por un lado, las embarcaciones a motor y motos de agua (con limitaciones aún más estrictas) y, por otro lado, las embarcaciones a vela o a pedales. En los casos en que sea necesario u obligatorio, las zonas de navegación y/o entrada y salidas de embarcaciones deben estar claramente señalizadas por medio de boyas, señales y/o balizas. Lo mismo debería hacerse con las áreas para surfistas.
Para garantizar la seguridad en las zonas de baño de las playas, las autoridades han establecido en la línea de playa unas áreas de protección, generalmente balizadas.
Si se desarrollan eventos especiales en la playa éstos deben localizarse fuera de las principales zonas de baño.
Gestión respetuosa con el medioambiente
La playa en sí misma debe ser gestionada de forma respetuosa con el medio ambiente de forma que se protejan los hábitat y especies sensibles en la playa, y en este sentido, deben preverse y afrontar los potenciales conflictos entre actividades recreativas y conservación de la naturaleza.
Se considerarán como inaceptables aquellas actividades que degraden el medioambiente, aumenten la erosión del litoral o causen un daño irreversible a la vegetación.
Tampoco es permisible el fondeo de barcos de recreo, que destruya los fondos marinos, la contaminación provocada por el vaciado en el mar de los depósitos de los sanitarios o las molestias y perjuicios causados a las aves, o a la fauna salvaje marina en general, por parte de las embarcaciones a motor.
Han de definirse planes de emergencia locales y/o regionales con los que hacer frente a accidentes o desastres ecológicos que incluyan la definición clara de procedimientos para combatir eficaz y rápidamente la contaminación accidental a nivel local, en coordinación con las autoridades locales.
La cuestión de la accesibilidad
Una playa debe ser fácilmente accesible para poder optar a la Bandera Azul. Las playas que por sus condiciones naturales sean poco accesibles, deberán estar provistas de instalaciones que faciliten su acceso como, por ejemplo, rampas o escaleras con pasamanos.
Debe existir, al menos, un punto de agua potable en la playa protegida para evitar que determinados animales, como los perros o pájaros, puedan ensuciar el grifo y/o contaminar el agua.
Al menos una de las playas con Bandera Azul del municipio debe poseer rampas de acceso a la playa y sanitarios para personas en situación de discapacidad, salvo aquellos casos en que la topografía claramente no lo permita.

José Ángel Sánchez López

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