El Ayuntamiento de Sada, considerando que el lugar de As Brañas de Sada reunía las condiciones para ser declarado ENIL, solicitó el 18 de mayo de 2017, formalmente su declaración como ENIL.
El ámbito de la declaración está en la parroquia de Santa María, en un espacio donde se localizan las charcas vinculadas a las antiguas tejeras, y donde confluyen el arroyo de Río Vao y el de Fontoira.
En la entrada La gestión de los espacios fluviales en Sada: el ENIL de As Brañas puede encontrarse más información sobre el proceso de declaración.
La declaración provisional se realiza por un plazo máximo de dos años durante los cuales, y como requisito imprescindible para que se produzca la declaración definitiva como espacio natural protegido, el Ayuntamiento de Sada deberá entregar a la consellería competente en materia de conservación de la naturaleza un Plan de conservación que habrá de tener en cuenta las consideraciones hechas y recogidas en los informes sectoriales, a los que se alude en la parte expositiva de la ORDEN de 27 de enero de 2020 por la que se declaran, de manera provisional, como espacio natural de interés local las Brañas de Sada, y garantizar que la gestión que se proponga para el ENIL tenga coherencia y sea compatible con la conservación de los valores existentes.
También deberá también considerar el carácter de área potencial de presencia del Escribano Palustre,
En caso de que el Ayuntamiento de Sada no entregue el Plan de conservación de las Brañas de Sada en el plazo señalado, se dará por desistido de su solicitud de declaración, produciéndose, desde ese momento, la extinción de los efectos de la declaración provisional de As Brañas como ENIL.
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Me ha parecido oportuno compartir esta presentación que preparé para una charla en la que de manera general se analizó la «Gestión de los espacios fluviales» en Sada (A Coruña) y se abordó el proceso y de declaración de «As Brañas» como ENIL.
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En el siguiente enlace, puede descargarse el PDF de la presentación.
No existe una definición precisa del término “Ola de frío”, pero de manera general se utiliza cuando se habla de episodios de temperaturas anormalmente bajas, que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de nuestra geografía.
Resulta que en invierno, lo normal es que haga frío y lo habitual es que las temperaturas sean bajas o muy bajas, por eso es importante, a la hora de hablar de “Ola de frío”, definir qué se entiende por “temperatura anormalmente baja”, cuál es ese umbral, subjetivo, a partir del que se establece esa anormalidad. Está publicado un interesante estudio sobre las olas de frio en España desde 1975, que sigue un criterio homogéneo en su definición y elaboración. Ha sido elaborado por el Área de Climatología y Aplicaciones Operativas de AEMET y ha sido actualizado en octubre de 2016. Define “Ola de frío” como “un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran mínimas por debajo del percentil del 5% de su serie de temperaturas mínimas diarias de los meses de enero y febrero del periodo 1971-2000.“ El percentil establecido permite localizar los 89 (el 5% de los días) días más fríos registrados entre 1975 y 2000 para a partir de ahí definir como ‘temperatura umbral’ la mayor de esas 89 temperaturas mínimas registradas.
Los registros pertenecen a 131 estaciones, que funcionan en la actualidad, que disponen de una serie suficientemente larga para poder calcular sus percentiles y que se distribuyen de manera uniforme sobre el territorio. El límite para los valores ‘normales’ es distinto para cada estación seleccionada, lo que explica el autor en el siguiente ejemplo que transcribo:
“En Molina de Aragón aproximadamente el 40% de los días invernales registran mínimas por debajo de -4 ºC y el 20% por debajo de -7 ºC. Por tanto, un día con una mínima de -7 ºC, será un día muy frío, pero no suficientemente frío como para ser considerado Ola de frío’ .
En Sevilla ‘aeropuerto’ la temperatura mínima absoluta registrada hasta la fecha es de -5,5 ºC, por lo que una mínima de -7 ºC sí podría formar parte de un episodio de ‘Ola de frío’. “
Atendiendo a su duración, extensión y temperaturas registradas, el estudio de AEMET, concluye que las tres “Olas de frío” más importantes, registradas en España desde 1975 fueron:
1983 entre los días 8 y 18 de febrero, que afectó a 44 provincias, con una ‘temperatura mínima de la ola’ de -6,6 ºC y una ‘anomalía de la ola’ de -4,8 ºC
1985, ente los días 4 y 17 de enero, 45 provincias afectadas, una ‘temperatura mínima de la ola’ de -7,2 ºC y una ‘anomalía de la ola’ de -5,5 ºC
2001, los días 13 y 29 de diciembre, afecta a 32 provincias, con una ‘temperatura mínima de la ola’ de -8,4 ºC y una ‘anomalía de la ola’ de -5,0 ºC.
Con la misma metodología, pero con menos información (menos estaciones), entre 1944 y 1975 se habrían registrado 6 episodios de “Ola de frío”. Las más importantes en diciembre de 1944 y enero de 1945, la registrada entre el 2 y el 22 de febrero de 1956 y por último la que se extendió del 16 de diciembre de 1970 al 7 de enero de 1971.
13 de enero de 2017 – 09:00 UTC – Masas de aire con isobaras y altura geopotencial a 500 hPa (Fuente: http://www.meteogalicia.gal)
Relacionar tiempo meteorológico con cambio climático es un ejercicio habitual que puede conducir a desvirtuar la labor que desde las más diversas instituciones y colectivos se viene realizando desde hace años para tratar de reducir el impacto de la actividad humana, del “progreso” en la variación global del clima de la Tierra.
Es por ello que, sintiéndome saturado de “información” sobre las causas de las olas de frío que invierno tras invierno y en la última década de manera “habitual” afectan a los distintos países del hemisferio norte, se me ocurrió acudir a un manual que, ya no en Climatología, sino en Geografía Descriptiva, tuvimos que trabajar en los tiempos de facultad: la Geografía General de España de la editorial Ariel, S.A. (dir. Terán, Solé y Vilá. – Barcelona, 1978, rev. 1986).
Se me ocurrió consultar el capítulo dedicado al Clima de la Península Ibérica, desarrollado por el geógrafo Antonio López Gómez, porque algo recordaba de que en el se hablaba de los distintos tipos de tiempo de la Península Ibérica.
Y después de leer el capítulo en cuestión, me ha parecido oportuno compartir opinión e información, simplemente porque me ha tranquilizado bastante el saber que el reputado geógrafo español ya fallecido, había sido capaz, sin los recursos técnicos de los que disponemos en la actualidad, de describir claramente y explicar sucintamente, algo que nos trae de cabeza cada vez que llega el invierno: que el tiempo puede ser frío y seco con cielos despejados, debido a situaciones anticiclónicas, que a veces se pueden producir nevadas generalizadas por capricho de un anticiclón noratlántico que canaliza aire de las altas latitudes hacia España; que a intervalos llueve, o que incluso se pueden dar situaciones de tiempo suave porque al también caprichoso anticiclón de Azores se le ocurrió desplazarse más allá de su posición habitual.
Por eso, cuando las olas de frío (“nunca antes vistas”) azotan el continente europeo, los catarros y las gripes se propagan por el territorio peninsular sin recato alguno, cuando en las ciudades se producen situaciones de estancamiento del aire que obligan a tomar medidas preventivas sobre la emisión de gases contaminantes, … creo interesante recordar lo que decía el geógrafo sobre las características y las causas del tiempo de invierno que año tras año y en los últimos años parece que “cada vez con más crudeza”, afecta a los habitantes de la Península Ibérica.
El autor, empieza por explicarnos que el tipo de tiempo, en cada región, viene determinado por la dinámica general atmosférica y por las modificaciones que a ésta le imponen, en superficie, el relieve y la posición, elementos que actúan de diferente manera a lo largo de todo el año. La sucesión normal de tipos de tiempo explica las diferencias en los elementos del clima y lo define de una manera sintética y real. Dicho de otra manera: el clima, es la sucesión de tipos de tiempo y el tiempo está condicionado por una dinámica general de la atmósfera y por los factores locales.
LOS TIPOS DE TIEMPO DE INVIERNO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
TIEMPO SECO El tiempo seco de invierno, es uno de los tipos de tiempo que desde el punto de vista genético se pueden distinguir en la Península Ibérica. Es el tipo de tiempo normal del invierno peninsular, un tipo de tiempo complejo, que ocurre de manera discontinua en alternativa con el tiempo lluvioso (también de invierno) y cuyo origen está en las diferentes circunstancias anticiclónicas que afectan a la Península:
A intervalos, sobre unos 15 días en enero, la península Ibérica está afectada por situaciones anticiclónicas que ocasionan un tipo de tiempo frío y seco, con cielos despejados. Sinópticamente se corresponden con cuñas en altura, a veces torcidas o en forma de “omega”, que ocasionan el bloqueo y la desviación más al norte del chorro y el frente polar y la llegada de aire polar continental del norte o nordeste en la vaguada adyacente, en zona de entrada del chorro y sin lluvias. Otra situación, menos frecuente, unos 2 días en enero, es la de alta ibérica, con aire frío y vientos divergentes. También puede actuar, sobre la península, un alta centro-europea, con viento seco y frío del nordeste, aunque a veces el frente polar sigue afectando al Cantábrico; en pocas ocasiones esa alta se une a la de Azores (que en general está lejos en su posición más meridional) por un collado, o hay una gran dorsal desde Rusia; por tanto apenas afecta el anticiclón siberiano. Durante unos 8 días de enero, puede darse una situación de alta oceánica en el Atlántico oriental, o bien hacia las Islas Británicas o en el mar Céltico. En esta situación se canaliza sobre España, aire frío y seco del nordeste, salvo que entre ese aire y el tropical se forme un frente secundario. Cuando el alta se halla al oeste de la Península puede llover en el Cantábrico por las colas de los frentes fríos que pasan al norte o por efecto orográfico, con viento del nordeste. En estas circunstancias anticiclónicas, con calma y fuerte irradiación nocturna, el aire frío se acumula en las capas bajas de la atmósfera y son frecuentes las inversiones térmicas en los llanos; se acusan más en los fondos de cuenca y en las montañas, por el descenso del aire frío a lo largo de las laderas. Las inversiones térmicas más intensas ocurren cuando sobreviene después en altura una advección cálida del sur. Si en el ambiente hay humedad o en los cursos de los ríos, el enfriamiento de las capas bajas del aire genera nieblas, sobre todo al amanecer ,que se acumulan en las hondonadas y generalmente despejan al avanzar el día. Con cielo limpio y frío intenso, tienen lugar heladas y la formación de escarcha. En esas circunstancias, con un viento muy ligero o en calma, los productos contaminadores del aire (humos, gases de chimeneas y automóviles, etc …) quedan en las capas bajas y ocasionan un ambiente sucio y nocivo en las grandes ciudades y zonas industriales.
OLAS DE FRÍO En su forma auténtica, se producen por un alta muy potente en Centroeuropa o más aún en Escandinavia combinada con una depresión en el Mediterráneo occidental (en altura una cresta muy acusada y vaguada profunda ambas inclinadas); entonces se desencadena una corriente poderosa de aire muy frío y muy seco del nordeste, con cielo despejado y heladas fortísimas. Afecta prácticamente a toda la Península.
TIEMPO SUAVE ANORMAL Cuando en el oeste hay en altura una cuña poco acusada, durante unos días se mueve hacia el norte el alta de Azores y lanza sobre la Península aire del oeste o sudeste, tibio y sin lluvias. Incluso puede aparecer un anticiclón ibérico o abarcando también el norte de África, con temperaturas relativamente elevadas, producido por una ancha cresta superior con la cual avanza desde el sur aire cálido africano. Si la situación se repite, el invierno es anormalmente benigno y seco.
NEVADAS GENERALES Las precipitaciones en forma de nive son habituales en invierno en las montañas altas, pero las nevadas generales, que afectan a extensas regiones, se producen en situaciones especiales. Un anticiclón noratlántico, alargado de norte a sur, determina un asalto directo de aire marítimo ártico o polar del norte, muy frío, húmedo e inestable con nevadas en grandes espacios, en ocasiones excepcionales.
31 de diciembre de 1970 – Tiempo de nevadas Anticiclón en el Atlántico norte. Vaguada sobre la Península y entrada de aire marítimo muy frío. Precipitaciones generales, que son de nieve en el interior y en el norte. (Fuente: Geografía General de España, Ariel, 1986)
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Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra debido a causas naturales y también a la acción del hombre. Se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc El clima de la Tierra nunca ha sido estático; está sometido a variaciones en todas las escalas temporales, desde decenios a miles y millones de años. Entre las variaciones climáticas más destacables que se han producido a lo largo de la historia de la Tierra, figura el ciclo de unos 100.000 años, de períodos glaciares, seguido de períodos interglaciares. En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
El cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales., por ello, aunque existen incertidumbres que no permiten cuantificar con la suficiente precisión los cambios del clima previstos, la información validada hasta ahora es suficiente para tomar medidas de forma inmediata, de acuerdo al denominado «principio de precaución».
En plena posguerra, ante un hipotético conflicto con Marruecos, se decició artillar la costa de Tarifa. Los ingenieros militares decidieron destruir un cordón dunar que llegaba hasta la playa de Bolonia, empujar la arena hacia Valdevaqueros y plantar un pinar justo detrás.
La duna requería un mantenimiento para evitar su avance, aunque la alteración del entorno ya estaba en marcha afectando principalmente a la playa y al río del Valle.
En su informe, Losada advierte de que, de no hacer nada, la duna seguirá su avance hacia Paloma Alta y continuará la degradación de las playas de Valdevaqueros y Los Lances. “Bajo el mar hay arena como para diez dunas como esa”, reconoce Antonio Muñoz, ecologista de Verdemar. El catedrático apunta como posibilidades optar por mantener la duna con acciones puntuales, construir un falso túnel para la carretera, un nuevo acceso por otra vía (que debería atravesar el parque del Estrecho) o un proyecto a largo plazo para recuperar la unidad fisiográfica original.
En las Infografías (extraídas del artículo de Mariano Zafra que fue publicado en El País el 18/01/2014) que se reproducen en esta entrada se esquematiza el proceso «vivido» por la Duna de Valdevaqueros desde que en los años 40 del siglo pasado una intervención de «estrategia militar» modificó el ecosistema dunar existente.
En las VII Jornadas Españolas de Ingeniería de Costas y Puertos (Almería 22-23 de mayo de 2003), se presentó la comunicación Valdevaqueros, historia de una duna donde se describen las carcaterísticas del complejo, su origen, evolución y las actuaciones que se realizaron a lo largo de la historia sobre la duna.
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El impacto medioambiental de los filtros de los cigarrillos pasa la mayor parte de las veces desapercibido para la población.
Fabricados con acetato de celulosa, un material no biodegradable, su efecto contaminante sobre el entorno puede durar décadas. Además, una parte de los productos tóxicos del tabaco quedan adheridos a la colilla, y cuando son arrastradas por la lluvia, o cuando llegan al sistema de saneamiento y entran en contacto con el agua, liberan esas sustancias tóxicas.
La seguridad es uno de los aspectos más importantes que se consideran a la hora de otorgar a una playa el galardón Bandera Azul. En todas las playas Bandera Azul, debe exponerse un mapa de la misma que indique sus límites y la ubicación de las diferentes instalaciones y servicios de los que dispone el arenal.
Socorristas y equipo de salvamento
La concesión de una Bandera Azul, obliga a la presencia de socorristas con certificación profesional y contratados en la playa durante la temporada de baño encargados de las labores de salvamento y socorrismo y equipo de salvamento adecuado y claramente señalizado en la playa, incluyendo instrucciones sobre su modo de empleo, así como acceso inmediato a teléfono público.
Las áreas de la playa controladas por socorristas deben estar bien delimitadas, como se ha dicho anteriormente, por lo que se definirán claramente en los mapas o paneles informativos, así como físicamente en la playa, con banderas o marcadores.
Los primeros auxilios pueden prestarse, o bien en el propio puesto de salvamento y socorrismo o en un puesto propio con personal especializado, en cada playa. En cualquier caso, el personal de primeros auxilios debe tener la certificación adecuada y estar contratados. Compatibilidad de uso: la prioridad la tienen los bañistas
Pueden coexistir en la playa necesidades incompatibles o susceptibles de originar conflictos entre los diferentes usuarios de ésta.
Los gestores de la playa deben resolverlas mediante la prohibición o limitación total o temporal de algunas de estas actividades y/o la señalización y control de áreas específicas para aquellas actividades incompatibles con el baño (surf, windsurf, kite surf, embarcaciones a motor, patines acuáticos, etc.). Tanto las instalaciones recreativas de la playa, como su utilización, deben gestionarse de forma respetuosa con el medio ambiente y las características y estética del entorno.
Los bañistas deberán ser protegidos de cualquier tipo de peligro para su seguridad derivado de la presencia de embarcaciones. En este sentido, debe distinguirse entre, por un lado, las embarcaciones a motor y motos de agua (con limitaciones aún más estrictas) y, por otro lado, las embarcaciones a vela o a pedales. En los casos en que sea necesario u obligatorio, las zonas de navegación y/o entrada y salidas de embarcaciones deben estar claramente señalizadas por medio de boyas, señales y/o balizas. Lo mismo debería hacerse con las áreas para surfistas.
Para garantizar la seguridad en las zonas de baño de las playas, las autoridades han establecido en la línea de playa unas áreas de protección, generalmente balizadas.
Si se desarrollan eventos especiales en la playa éstos deben localizarse fuera de las principales zonas de baño. Gestión respetuosa con el medioambiente
La playa en sí misma debe ser gestionada de forma respetuosa con el medio ambiente de forma que se protejan los hábitat y especies sensibles en la playa, y en este sentido, deben preverse y afrontar los potenciales conflictos entre actividades recreativas y conservación de la naturaleza.
Se considerarán como inaceptables aquellas actividades que degraden elmedioambiente, aumenten la erosión del litoral o causen un daño irreversible a la vegetación.
Tampoco es permisible el fondeo de barcos de recreo, que destruya los fondos marinos, la contaminación provocada por el vaciado en el mar de los depósitos de los sanitarios o las molestias y perjuicios causados a las aves, o a la fauna salvaje marina en general, por parte de las embarcaciones a motor.
Han de definirse planes de emergencia locales y/o regionales con los que hacer frente a accidentes o desastres ecológicos que incluyan la definición clara de procedimientos para combatir eficaz y rápidamente la contaminación accidental a nivel local, en coordinación con las autoridades locales. La cuestión de la accesibilidad
Una playa debe ser fácilmente accesible para poder optar a la Bandera Azul. Las playas que por sus condiciones naturales sean poco accesibles, deberán estar provistas de instalaciones que faciliten su acceso como, por ejemplo, rampas o escaleras con pasamanos.
Debe existir, al menos, un punto de agua potable en la playa protegida para evitar que determinados animales, como los perros o pájaros, puedan ensuciar el grifo y/o contaminar el agua.
Al menos una de las playas con Bandera Azul del municipio debe poseer rampas de acceso a la playa y sanitarios para personas en situación de discapacidad, salvo aquellos casos en que la topografía claramente no lo permita.
Algunas preguntas frecuentes sobre las Aguas de Baño
Playa de San Pedro de Veigue
¿Qué se entiende por agua de baño? Agua de baño es cualquier elemento de aguas superficiales (mar, ríos, embalses, lagos) donde se prevea que puedan bañarse un número importante de personas o exista una actividad cercana relacionada directamente con el baño y en el que no exista una prohibición permanente de baño ni se haya formulado una recomendación permanente de abstenerse del mismo y donde no exista peligro objetivo para el público.
¿Quién concede las banderas azules a las playas? Las banderas azules como galardón (logotipo y bandera) surgieron a principio de los 80 por iniciativa de la recién creada Fundación para la Educación Ambiental (FEE) con la finalidad de premiar a las playas y puertos deportivos de mayor calidad ambiental. La FEE es una organización internacional privada, independiente y sin ánimo de lucro que agrupa miembros a lo largo de todo el mundo. El miembro español es la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), una asociación sin ánimo de lucro, cofundadora de la FEE, y que es la responsable del desarrollo de sus programas en nuestro país.
¿Cuál es la legislación vigente sobre agua de baño? En marzo de 2006, se publicó una nueva normativa europea sobre la calidad de las aguas de baño: Directiva 2006/7/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de febrero de 2006, relativa a la gestión de la calidad de las aguas de baño y por la que se deroga la Directiva 76/160/CEE. Esta nueva normativa actualiza al progreso científico y técnico la anterior Directiva. Posteriormente el Ministerio de Sanidad realizó su transposición a derecho interno español mediante elReal Decreto 1341/2007, de 11 de octubre, por el que se establecen normas de calidad de las aguas de baño (BOE 257 26/10/2007), que recoge y describe las labores de vigilancia sanitaria.
¿Cómo se califica una muestra de agua de baño? Al finalizar la temporada de baño, se procede a clasificar las aguas de baño en función de su calidad. Según la nueva Directiva 2006/7/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de febrero de 2006, relativa a la gestión de la calidad de las aguas de baño, la clasificación se debe hacer con los datos de la temporada actual junto a los datos de los 3 últimos años. La nueva clasificación es: Aguas de calidad excelente, Aguas de calidad buena, Aguas de calidad suficiente y Aguas de calidad insuficiente.
¿Cuándo se prohíbe el baño? Se puede prohibir el baño en los siguientes supuestos:
a) Por razones de protección de la salud de los bañistas como consecuencia de una sospecha o detección de una calidad sanitaria deficiente de las aguas de baño.
b) Cuando en la playa o en las aguas de baño se incumplan los requisitos de calidad de la normativa vigente.
c) Como consecuencia de la existencia de manifiesta peligrosidad o impracticabilidad para el uso de la zona de aguas de baño, de obras de acondicionamiento de la playa o por imposibilidad de su mantenimiento (deficiencias en las condiciones de limpieza, ausencia de carteles informativos y medidas de seguridad, presencia de puntos de vertido cercanos a la playa que supongan riesgos para los usuarios que se encuentren en ella).
d) Como consecuencia de necesidades de protección ambiental reguladas por la normativa vigente.
¿Quién decide la prohibición de baño o recomendación de no baño? La prohibición de baño o recomendación de no baño lo decide la autoridad competente en la CCAA donde esté situada la zona de baño, que podrá ser la autoridad sanitaria o el órgano ambiental.
¿Cómo se realiza la clasificación anual de las aguas de baño? Anualmente, a principios de abril y antes de comenzar cada temporada de baño, España envía a la Comisión el censo anual de las aguas de baño. Asimismo, a final de cada año, se transmite a la Comisión un informe con la clasificación anual de todas las zonas de baño incluidas en dicho censo. Para realizar dicha clasificación de las aguas de baño, se tiene en cuenta los resultados de los diferentes muestreos realizados periódicamente a lo largo de la temporada, y en los que se analiza la contaminación del agua por Escherichia coli y Enterococo intestinal. Dicha clasificación se puede consultar en NÁYADE
El elemento clave en el sistema de recogida selectiva de residuos son las personas, y en el modelo de recogida selectiva PaP esa necesidad de implicación – del individuo y de otros generadores como comercios por ejemplo – es mucho mayor, puesto que deben separar las fracciones de residuos en el lugar de generación y tienen que organizarse para entregar cada fracción en los días establecidos para su recogida. El modelo PaP, supone un cambio radical frente al modelo en que uno se limita a depositar sus residuos en un contenedor de la vía pública.
Implica un aumento de la conciencia ambiental convirtiendo a los ciudadanos en protagonistas de la gestión. La participación generalizada de la población en la separación en origen y en la recogida selectiva se pretende recoger una mayor cantidad de residuos valorizables de buena calidad (bajo porcentaje de materiales impropios) y reducir la cantidad de fracción resto que va a tratamientos finalistas.
El sistema permite retirar los contenedores de la vía pública, aunque pueden mantenerse alguna área de contenedores que sirva, excepcionalmente, a la población estacional, de segunda residencia o la que no pueda acogerse al calendario de la recogida selectiva. Por un lado se debe facilitar la separación en origen acercando a los generadores los servicios de recogida que se efectuarán puerta a puerta en los días y horarios establecidos.
Se deben entregar los materiales y herramientas para que puedan llevar a cabo su cometido correctamente: cubos, bolsas, calendarios, folletos informativos.
Al tiempo se deben dificultar las opciones de no separar en origen, restringiendo la recogida de la fracción resto de tal modo que la selección en origen deja de ser un sobre-esfuerzo para convertirse en la opción más cómoda y viable.
Debido al cambio de pautas de conducta que implica la implantación del modelo, es fundamental proporcionar información a través de campañas sobre los detalles de funcionamiento, antes de su puesta en marcha y también cuando ya esté operativo. Desde un punto de vista más estratégico deben considerarse las variables socio-económicas, geográficas, meteorológicas del municipio así como la organización de la administración y la estructura del sistema de recogida vigente.
El sistema de recogida selectiva puerta a puerta no es un modelo cerrado y es suficientemente flexible como para adaptarse a distintos contextos, una flexibilidad que permite decidir si se opta por recoger todas las fracciones puerta a puerta o sólo algunas de ellas. También es posible implementar el sistema sólo en algunas zonas de un municipio mientras que el resto continúan con el sistema de contenedores convencional; todo dependerá de la singularidad de cada territorio y de los objetivos fijados.
La monitorización de la marcha del servicio permitirá comprobar si se están cumpliendo los objetivos fijados incluso mediante la identificación de los residuos con cada generador. La gestión puede ser realizada directamente por la administración o a través de un ente externo que se encarga del servicio. La ordenanza municipal, instrumento legal no imprescindible pero si recomendable, permite dejar constancia de los objetivos, los principios básicos de funcionamiento del sistema, los derechos y los deberes de los usuarios y establecer los mecanismos de control de la actividad.